EL CAMINO DEL AUTOCONOCIMIENTO - parte 5
- Via Integrativa
- 17 oct 2022
- 3 Min. de lectura
Hola! Seguimos adentrándonos en el tema de las emociones, asunto principal en el gran tema que nos convoca. Espero lo disfruten!

En una entrevista, el Dr. Humberto Maturana hablando acerca de las emociones, explica que el automóvil es una máquina emocional. Cada cambio o marcha, produce una determinada configuración interna en la máquina y eso permite que pueda hacer distintas cosas, si parte en primera, el motor ruge y con fuerza logra sacar al auto del reposo, si va a alta velocidad, en quinta se escuchará un sonido más suave, liviano, el auto irá “sereno”. De la misma manera, todos los seres vivos están dotados de una capacidad emocional para enfrentar los distintos contextos. Las emociones son algo necesario para la adaptación y la supervivencia, son funcionales a la vida. Mientras mayor la complejidad del organismo, mayor complejidad tendrá el abanico de emociones posibles. Así, un insecto no tiene la capacidad emocional de un ave, ni un ave la de un mamífero. Son los mamíferos que gracias al amamantamiento, pueden llegar a sentir lo que vemos exteriormente como ternura o amor. Pero en el ser humano el asunto salta al siguiente nivel. Ya que a la capacidad emocional de los mamíferos se suma algo nuevo, que nos hace ser lo que se ha llamado el cuarto reino: el pensamiento.
Esta maravilla, nuestra capacidad de pensar (que también a veces parece ser nuestra desgracia), permite que podamos incluso inducirnos emociones. Podemos decidir evocar ciertas imágenes que nos causarán determinadas emociones. También el pensamiento es el responsable de que por ejemplo algunos seamos autoexigentes. Eso no puede hacerlo ningún animal. Y gracias al pensamiento es que podemos tomar decisiones, y trabajar en nosotros mismos para llegar a darnos cuenta de dónde viene ese impulso (o compulsión) y darnos a la tarea de observar la emocionalidad asociada a él. La conciencia de qué emociones estamos sintiendo, qué consecuencias tienen, el darnos cuenta, podrá darnos la base para poder gestionar esa compulsión que he dado de ejemplo, si es que evaluamos que provoca consecuencias que no deseamos.
Contar con esta capacidad, de darnos cuenta y poder gestionar aquello desde la conciencia, puede ser gravitante en nuestra vida. No me hace falta ser maga para saber que tus principales problemas, tienen que ver con el no poder reconocer tus emociones, y gestionarlas para lograr lo que necesitas o deseas. El paralizarse, o actuar impulsivo, o evasivo, por dar unos ejemplos, tienen que ver directamente con esto.
Dicho lo anterior, podemos impresionarnos de lo poco que sabemos de las emociones. La ciencia, que hoy puede enviar robots a Marte, va bastante atrasada en este campo. Pues desde mi perspectiva, ha sido histórico el desdén que nuestra sociedad occidental ha tenido sobre las emociones, parecen ser “cosa de mujeres”. Puedes observar por ejemplo, hoy en día y en la práctica, cuáles son las emociones más validadas en las empresas y organizaciones en general, y cuáles aquellas que es mejor esconder. Es mejor visto “golpear la mesa” (tiene carácter!), que dejar brotar unas lágrimas en una reunión compleja (qué débil!)…¿Por qué digo esto? Porque es relevante comprender también que ya desde nuestra cultura, estamos impedidos de ser seres más eficaces, más flexibles, con mayor potencialidad y creatividad en nuestras acciones y respuestas, al tener “inserta” una escala de valores en las distintas emociones. De hecho, decir “me emocioné”, está asociado a un solo tipo de emoción, ¿verdad?
Darnos cuenta de esto, y aprender a gestionar lo que reconocemos en nosotros, nos da la posibilidad de ser mejores profesionales y mejores en la relación con los demás y lo que nos rodea, al ampliar nuestras posibilidades de acción.
☝ Imparto talleres grupales y coaching ejecutivo para organizaciones. En forma particular, atiendo en Metro Los Leones. Entrevista previa gratuita. 📞 +569 95090774.





Comentarios