top of page
Buscar

EL CAMINO DEL AUTOCONOCIMIENTO - parte 4

  • Foto del escritor: Via Integrativa
    Via Integrativa
  • 18 oct 2022
  • 3 Min. de lectura

ree

Quiero compartirles una imagen que me hice a partir de un cuento, en que muere una doncella, y en el lugar que la enterraron creció un bambú. Un día un joven pastor cortó un trozo de caña del bambú y tallándolo con su cuchillo, hizo una flauta. Al soplarla, del instrumento salía una melodía con el mensaje del alma de la doncella.


Puedes imaginarte a ti mismo como una flauta de bambú. Eres único, aunque tu estructura de carácter la tengan también muchos millones de personas en el mundo. Pero no existe en todo este Universo un instrumento que pueda hacer una música idéntica a la tuya. Puedes imaginar el aire que pasa por ti como las situaciones que vas viviendo, cada experiencia, cuando tomas una decisión, cuando intercambias con alguien, cuando estás en un lugar, el trabajo en el que estás, cada relación que tienes…Puedes imaginar el sonido que emana de ti en ese momento, con esa situación, en esa relación…¿Cómo es la melodía que suena cuando ese aire pasa por ti? ¿Te gusta? ¿Es armónica? ¿Desafinada? ¿Grata? ¿Suave? ¿Dulce? Desagradable? Ruidosa? Escuchar tu sonido, en una situación, con un determinado pensamiento, o en una relación, no te dice exactamente cómo es esa situación, pensamiento o cómo es la otra persona, te da información de cómo vibras tú en relación a lo que está ocurriendo. Es muy interesante y relevante observar esto. Nota que no hablo de un juicio. Hablo de información. En la medida que eres capaz de atenderte, percibirte, prestar atención a ti mismo y escuchar tu propio sonido, tu vibración, podrás saber mejor quién eres. Si eres capaz de esto (claro que lo eres!) también podrás observar la música que emana de los otros, por ejemplo, en su relación contigo, en tus intercambios con ellos.


La mayor parte de tu cuerpo contiene sensores, que así como los orificios de la flauta o las cuerdas de la guitarra, son “tocados” por lo que ocurre “afuera”, o también “adentro”, como es el caso de nuestros pensamientos. Son sensores tanto externos como la piel, la vista, el gusto, el oído, como internos, puedes sentir las contracciones o distensiones musculares, movimiento del estómago, del corazón, etc. Frente a cada situación, nuestro mapa o red sensorial se activa de diferente manera, y con diferentes intensidades. Y está variando todo el tiempo, en un continuum, el mapa sensorial está enviando constantemente señales a nuestro cerebro. Dependiendo de cómo es esa activación, podemos decodificarla en nuestra mente como determinadas emociones. Puedes constatar por ejemplo, que si te asustas, quizás una sensación recorrerá tu cuero cabelludo. O se te pondrá la piel de gallina. Entonces, un paso muy importante es lograr prestar atención y percibir lo que está pasando en tu cuerpo; mientras más atento y mientras más lo ejercites, mayor cantidad de sensaciones podrás captar. Pero hay un segundo paso muy importante, que es decodificar eso que estás percibiendo, “traducir” esas sensaciones, identificar la emoción que estás experimentando, o sentimiento si quieres llamarlo así.


¿Importante para qué? Pasa que las emociones tienen la función (desde un punto de vista práctico) de permitir ciertas acciones e impedir otras. Y muchas veces serán acordes a una situación concreta. Si tu cuerpo está activado en “modo miedo”, corazón acelerado, respiración corta, ojos abiertos, etc., estas reacciones en tu cuerpo agudizan tus sentidos, te preparan para la observación rápida y la huida. Y te impiden por ejemplo, el goce, la relajación, el pensamiento filosófico. Pero ¿Qué pasa si en la situación concreta no hay una amenaza de la que requieras salir corriendo? Si no hay peligro real, ¿para qué te sientes así? No es cuestionarte, es notarlo para conocerte. ¿Qué elemento allá afuera está gatillando esa reacción en cadena en tu cuerpo? ¿Habla de un peligro afuera, o habla de algo que está alojado en tu sistema y que quizás puedas indagar y gestionar?


Porque permíteme decirte algo demasiado importante: tus posibilidades en el mundo dependen en gran medida de tu capacidad de gestión de tus emociones. Y…¿Cómo podrías ser bueno en gestionar lo que no conoces? Vamos, que puedes…

Para la próxima, hablaremos más sobre las emociones…

Hasta pronto…


☝ Imparto talleres grupales y coaching ejecutivo para organizaciones. En forma particular, atiendo en Metro Los Leones. Entrevista previa gratuita. 📞 +569 95090774.


 
 
 

Comentarios


bottom of page